¿Qué puede tener para decir una autora joven, en sus veintitantos años? En su vida, siempre soñó con el momento de publicar su propio libro. Proveniente de la provincia de Santa Fe, de una ciudad del interior, con mucho apoyo de su familia y sus amigos, se animó a compartir sus poemas por primera vez.
En el secundario comenzó su pasión por la lectura, sobre todo de novelas románticas y dramas. Allí descubrió la poesía y comenzó a escribir ideas sueltas, reflexiones y versos cortos. La escritura empezó a modo de expresar de forma poética aquello que en su día a día no supo decir. Y así comenzó la aventura de pensarse a sí misma como escritora.
Al terminar la escuela secundaria eligió la carrera de Letras. Estando en las etapas finales, enfrentando los posibles grandes cambios de la vida, tuvo momentos de preocupación por lo que sigue, miedo al futuro y al qué dirán. En medio de ese bucle de pensamientos empieza a tomar forma este poemario, empiezan a tener sentido las palabras escondidas, las ideas en pleno insomnio, lo escrito entre lágrimas y alegrías, que busca salir y darse a conocer en este libro desesperado que encontró su camino en la fe.