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Qué hacer para desarrollar la autoestima en los niños de 6 a 12 años

Qué hacer para desarrollar la autoestima en los niños de 6 a 12 años

Libro anteriormente publicado con el título

Escuela para padres Cómo desarrollar la autoestima en los niños de 6 a 12 años Danielle Laporte, Lise Sévigny

Qué hacer para desarrollar la autoestima en los niños de 6 a 12 años

México, Miami, Buenos Aires

Título original: Favoriser l’estime de soi des 6-12 ans

Copyright: Hôpital Sainte-Justine, 2002

Qué hacer para desarrollar la autoestima en los niños de 6 a 12 años

Copyright: Danielle Laporte y Lise Sévigny, 2010

D. R. Copyright Editorial Lectorum, S. A. de C. V., 2010

L.D. Books, Inc. Miami, Florida

Lectorum, S. A. Buenos Aires, Argentina

Primera edición: julio de 2010

ISBN: 978-607-457-130-1

Copyright: Traducción: Marcela Cortázar

Prohibida la reproducción parcial o total sin autorización escrita del editor.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I. CONOCER Y RECONOCER A SU HIJO

Tengo expectativas realistas de mi hijo

Destaco las cualidades de mi hijo

Acepto los límites de mi hijo y lo ayudo a identificar sus obstáculos

Conozco las necesidades de mi hijo y las satisfago de la mejor forma posible

Escucho a mi hijo y me esfuerzo por comprenderlo

CAPÍTULO II. TRATAR A SU HIJO CON CONSIDERACIÓN Y RESPETO

Me respeto y respeto a mi hijo

Reconozco los derechos de mi hijo

Doy seguridad a mi hijo

Pongo límites a mi hijo

Trato a mi hijo con consideración

CAPÍTULO III. INTEGRAR A SU HIJO A LA FAMILIA, A UN GRUPO Y A LA SOCIEDAD

Mi hijo tiene relaciones familiares sólidas

Ayudo a mi hijo a integrarse a un grupo

Ayudo a mi hijo a ser generoso

CAPÍTULO IV. HAGA QUE SU HIJO TENGA ÉXITOS

Procuro la independencia de mi hijo

Independencia

Animo a mi hijo a superar retos

Destaco los progresos de mi hijo

Estimulo los talentos de mi hijo

Protejo el orgullo de mi hijo

Ayudo a mi hijo a ver el futuro con optimismo

CONCLUSIÓN

ANEXO

LA AUTOESTIMA DE NUESTROS HIJOS

INTRODUCCIÓN

Hoy en día hay cierto interés por la autoestima, sin duda se debe a que la sociedad de consumo genera cada vez productos más ligados al “tener”, que al “ser”. Cualquiera que sea la causa exacta de esta situación, demuestra que cada día cuestionamos más nuestra identidad.

En nuestra época, la autoestima parece poco importante, por ello la mayoría de los padres no buscan información sobre la psicología infantil ni sobre la educación y, por supuesto, no participan en debates sobre estos temas. Sin embargo, manifiestan un deseo real de vivir en armonía con los niños, y es notorio que la información y los grupos de interés se multiplican; entonces, ¿qué falta?

En las últimas décadas, hemos hecho una gran “limpieza” de conceptos que desechamos sin más miramientos. La reflexión actual, que ya no está basada en los llamados viejos cánones, llega apenas a la vida real. La ausencia de medios prácticos nos impide integrarnuevasformas de pensar. Precisamente, este librotieneelobjetivode pasar de las ideas a las acciones, y de ayudarnos a edificar la autoestima de nuestros hijos. También pretende que trabajemos y consolidemos la propia, lo cual traerá beneficios innegables para todos.

Cada persona tiene una imagen de sí misma, cada quien se forja una idea de quién es. Esta imagen que se constituye a lo largo del tiempo no es la misma para todos. Un bebé, por ejemplo, aprende a conocer su cuerpo gracias a las caricias, los besos y el calor de la relación con sus padres o su niñera. Protegido, alimentado y querido, se siente bien consigo mismo y confía en las capacidades de asumir su cuerpo y habitarlo plenamente. Las emociones positivas y negativas se unen a estas experiencias físicas.

Hacia los 18 meses, el niño entra en un periodo nuevo de su vida. Se mueve, explora y de pronto se detiene, pero en adelante querrá decidir, elegir y afirmarse.“Yo puedo”, dirá a los dos años, cuando su lenguaje comience a ser claro. Reclamará su autonomía, y su autoestima se basará en la capacidad que sus padres tengan para reconocerlo como una persona diferente. La manera de aplicar la disciplina, de escucharlo y de estimularlo le da una imagen un poco más compleja de sí mismo: “soy guapo”, “soy bonita”, “soy un niño”, “soy una niña”,“puedo actuar yo solo.”

Entre los tres y los cuatro años, su mundo imaginario se vuelve más amplio. Las imágenes y las palabras se mezclanen su cabeza;entonces aparecen los miedos y las estrategias de seducción y manipulación. El niño quiereser reconocido en su identidad sexual, es decir, quiere estar cerca de su padre, si es una niña, o de su madre, si es un niño. Fantasea, reinventa la vida en sus juegos y dibujos; lo hace de una manera egocéntrica porque no puede concentrarse en dos cosas al mismo tiempo. Como necesita ser valorado y reconocido, este periodo es crucial en su autoestima. Las palabras y los gestos de aceptación y de complicidad de sus padres tienen una influencia inmediata en él.

Ir a la escuela constituye otra etapa. Entre los 4 y los 6 años, nuevas estructuras mentales llevan a que el niño reflexione, haga juicios, comprenda las reglasde los juegos, coopere y desee aprender cosas nuevas. La edad escolar marca una etapa muy importante. La idea que tiene de su físico y su interior se enriquece con su imagen intelectual. Las exigencias de los padres, de la escuela y de la sociedad penetran en la autoestima de los niños. Éstas van desde las presiones por obtener las mejores calificaciones en la escuela, hasta la falta o exceso de estímulos. Cada vez más personas harán juicios sobre el pequeño: padres, amigos, profesores, pueden herirlo y, a la larga, terminar con su imagen positiva. Los gestos violentos o la negligencia afectan mucho la autoestima de los niños.

El periodo siguiente, de los 6 a los 12 años, es capital en el desarrollo de la autoestima. Muchas investigaciones demuestran que en la autoestima está la raíz de la prevención de problemas como el aislamiento, dificultades de aprendizaje, delincuencia, drogadicción, alcoholismo y suicidio.

No hay una fórmula mágica que asegure que un niño tendrá una buena autoestima a lo largo de su vida. Es normal que un niño tienda a devaluarse tras un fracaso, después de ser víctima de sarcasmos o de haber recibido algún regaño; sin embargo, los padres deben ser como el faro en medio de una tormenta o, aún mejor, la guía que indica al niño hacia qué puerto debe dirigirse; debenprocurarser un modelopara él. Si un padre se da por vencido ante algún obstáculo, no sirve de nada que diga a su hijo:“Sé que lo logra rás si encuentras el camino correcto”.

Tener una buena autoestima no significa ser gracioso, más bien es tener conciencia de nuestros puntos débiles y fuertes, y aceptar lo que uno tienede particular. Esto implica tomar respon sabilidades, afirmarse y saber responder a nuestras necesidades, tener metas y hacer lo necesario para llegar a ellas.Tener una buena autoestima es respetarse y tener consideración por los demás.

Cuando los padres trabajan para desarrollar la autoestima de sus hijos, tienen el proyecto educativo de actualizar lo mejor que hay en ellos.

¿Podemos imaginar qué será el mundo mañana si nuestros hijos, convertidos ya en adultos, conducen su vida respetándose a ellos mismos y a los otros, teniendo en cuenta que naturaleza y humanidad son un todo indivisible al que hay que proteger?

CAPÍTULO I

CONOCER Y RECONOCER A SU HIJO

Naturalmente, usted desea que su hijo esté contento consigo mismo, que se sienta satisfecho de sí y que se realice en la vida.

La formación de una identidad sólida inicia en el nacimiento y continúa a lo largo del desarrollo del niño. Éste aprende a conocerse bajo la mirada que usted tenga sobre él. Un niño es muy sensible a las reacciones y actitudes que recibe.

Uno tiene expectativas y mantiene sueños que desea ver realizados en su hijo. No hay duda de que él interioriza estas expectativas, y entre más siente que las corresponde, más se siente querido y con capacidad de querer a los demás. Esto influye directamente en su autoestima. Cuando se da cuenta de que es quien le satisface y da placer, se siente feliz y orgulloso de sí mismo. Si no, se devalúa porque no se siente capaz de cumplir lo que usted espera de él.

Es muy importante que sus expectativas sean realistas y que correspondan a lo que su hijo es realmente, pues debe ser considerado como una persona única e importante, un ser aparte. Necesita sentir que usted lo escucha, que lo reconoce y que lo acepta. Desde el nacimiento, el niño muestrarasgos de su propio temperamento y manifiesta necesidades quedebenser satisfechas. Cuando crece, este proceso se afirma y se realiza por etapas. Si usted lo asume positivamente, si escucha y acompaña a su hijo durante la caminata, le transmitirá un sentimiento irremplazable de valor personal.

Como padre, uno aprende cada día a conocer las capacidades y límites de un hijo, los cuidados que uno le prodiga durante una conversación, los juegos que comparten, y la observación que uno hace de sus actitudes y comportamiento.

Tengo expectativas realistas de mi hijo

Todos los padres esperan cosas particulares de sus hijos, si esto no fuera así, los niños no podrían proyectarse hacia el futuro ni tener metas en la vida. Las expectativas de los adultos son producto de su educación, su deseo de reparación y sus as piraciones secretas, lo importante es ser capaces de distinguir entre el sueño y la realidad.

Tómese el tiempo de regresar a la época en que su hijo aún estaba en el vientre, ¿qué soñaba para él?, ¿cómo lo imaginaba?, ¿cómo lo ve ahora si lo compara con aquellos sueños?, ¿qué espera ahora de él?; todas estas preguntas le ayudarán a vivir la realidad con su hijo.

¿Qué es lo más importante?

Seguramente usted piensa qué será de su hijo dentro de veinte años.De acuerdo con el siguiente listado, defina qué es más importante en cada uno de los ámbitos.

EN EL ÁMBITO AFECTIVO

•Sentirse bien consigo mismo.

•Tener lazos significativos.

•Ser independiente.

•Afirmarse a sí mismo.

•Tener una vida amorosa plena.

•Ser generoso.

•Tener una buena personalidad.

EN EL ÁMBITO SOCIAL

•Tener una buena base económica.

•Ser popular.

•Tener una posición prestigiada.

•Ser reconocido por sus colegas.

•Tener una amplia conciencia social.

•Tener liderazgo.

•Tener una vida social activa.

EN EL ÁMBITO INTELECTUAL

•Terminar una carrera.

•Tener un buen raciocinio.

•Ser creativo.

•Tener un espíritu vivaz.

•Tener estudios de posgrado.

•Ser curioso.

•Tener un buen rendimiento laboral.

EN EL ÁMBITO FÍSICO

•Practicar algún deporte.

•Llevar una vida sana.

•Tener buena salud.

•Cuidar la apariencia física.

•Tener habilidad manual.

•Tener la capacidad de compensar los límites físicos propios.

EN EL ÁMBITO MORAL

•Ser íntegro.

•Ser franco.

•Ser honesto.

•Respetar a los demás.

•Ser generoso.