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El Aiki-líder

Lo esencial es invisible a los ojos

José S. Nalda
Pablo Nalda
Natalia Nalda

Prólogo

Este pequeño libro ofrece al lector un método de auto-transformación y desarrollo personal inspirado en los principios y estrategias del mundo de las artes marciales japonesas y el Zen, utilizado entre los siglos XII y XVII para formar a los guerreros samuráis. Es un sistema inédito y original creado por Natalia y Pablo Nalda a partir de su amplia experiencia en la práctica del Aikido y la aplicación de sus principios en las gestiones de todo tipo realizadas en sus respectivas empresas y en puestos de responsabilidad.

En el lenguaje empresarial encontramos expresiones con cierto matiz belicista como «guerra de precios», «lucha por la conquista de los mercados», «batallas comerciales», en las que se oponen fuerzas colectivas e individuales y cuyo potencial está en relación directa con la preparación de cada dirigente, jefe, líder y empleado.

La competencia avasalladora e imparable existente en todos los ámbitos de nuestra sociedad postmoderna puede compararse a las guerras tribales que sostenían los señores feudales del Japón por aumentar la extensión de sus territorios, usurpándoselo a los que no eran capaces, o suficientemente fuertes o inteligentes, para defender el suyo.

Las necesidades de los líderes del mundo empresarial y de los negocios de nuestros días tienen muchas similitudes con las que tenían los famosos guerreros samuráis en cuanto a las habilidades, cualidades, competencias y estrategias requeridas imprescindibles para desempeñar sus funciones con acierto y eficacia.

En este contexto social difícil, cambian las reglas y el campo de juego continuamente, tanto para las empresas como para sus líderes, haciéndose necesario y urgente formar a los directivos con responsabilidad en otras áreas del conocimiento y del comportamiento personal que refuercen las competencias profesionales específicas.

La mayoría de artículos y libros sobre management y estrategias económicas son unánimes en cuanto a reconocer que el «instrumento» más importante del éxito es el hombre, por delante de la tecnología y los avances científicos.

Siendo así, ¿cómo es posible que haya tan pocos métodos, libros o cursos que ofrezcan una formación personal para forjar y educar al líder del siglo XXI, que le proporcionen el estado de espíritu adecuado desde el que conseguir la máxima eficacia en sus gestiones?

Para ser un buen líder es necesario poseer un excelente equilibrio físico, mental y anímico, y este logro puede alcanzarse mediante un aprendizaje y un entrenamiento basado en los principios, las actitudes y los valores de las artes marciales japonesas, que desde antiguo han contemplado la formación integral del «guerrero». Este es el método que exponemos en estas páginas y al que hemos dado el nombre de «Aiki-líder».

Existen cientos de libros cuyo objetivo es enseñar la mejor manera de convertirse en líder, en los que se ofrece una amplia relación de las competencias necesarias para dirigir una organización, siempre con los criterios, procedimientos y formas habituales de todos conocidos… Pero si siempre propones, enseñas y haces lo mismo, siempre obtendrás lo mismo.

El presente y el futuro inmediato demandan personas capaces de entender y solucionar los problemas de manera más acorde con la realidad permanentemente cambiante; como la formación y la capacitación tradicional, estereotipada y repetitiva ya es manifiestamente insuficiente, hoy se requiere también poseer las habilidades propias del samurái, y ejercitarse en el propio desarrollo personal hasta lograr un estilo de liderazgo capaz de enfrentarse a todas las contingencias con serenidad y acierto.

El método Aiki-líder basa su metodología y su praxis en una forma de auto-coaching, facilitando la posibilidad de que cada persona sea responsable de su propia formación respecto a su inteligencia somática, emocional, cognitiva, intuitiva o estratégica, relacional y su ética personal.

Creemos que este enfoque será de gran utilidad a directivos, encargados, responsables de área, estudiantes de carreras de negocios, entrenadores deportivos, políticos, militares o profesores. Es decir, a todas las personas que han sido elegidas para desempeñar un puesto de compromiso y responsabilidad en cualquier ámbito de la sociedad.

Zaragoza, septiembre 2018

Introducción

El mundo de hoy

Es evidente que hoy, en el año 2018, nos encontramos en un cambio de era resultado de las transformaciones producidas por las nuevas tecnologías y nuevos conocimientos en todos los ámbitos del saber y del hacer.

Un cambio de era requiere una nueva forma de ver las cosas apoyada en una nueva mentalidad, nuevos sistemas educativos, nuevos valores y nuevas (viejas) actitudes.

El mundo del trabajo, la economía y los negocios es incierto, volátil, competitivo y ambiguo, y en este entorno se hacen más necesarios que nunca los valores personales, amén de competencias profesionales específicas para actuar con un estilo de liderazgo acorde con las exigencias de la sociedad.

Cada persona posee en potencia talentos que la hacen única, aunque a veces no sepa que es poseedora de ellos, porque nadie le ha enseñado cómo descubrirlos.

En este mundo globalizado e interconectado, lo que ocurre en cualquier parte nos afecta a todos, y el aspirante a líder tiene que aprender a gestionar sus valores y facultades de la manera más eficiente en cualquier circunstancia.

Las características de nuestro tiempo en el siglo XXI con las que tiene que interactuar el dirigente son, entre otras muchas, la incertidumbre, la inseguridad, la competencia y el cambio permanente, situaciones complejas para las que se necesitan algunas cualidades o actitudes que no se suelen enseñar en las escuelas de negocios.

Formación personal complementaria

Los líderes nos hemos formado en el conocimiento y la adquisición de todas la competencias que hasta hoy debían poseer los dirigentes en la empresa, la política, el deporte, el Ejército o el mundo académico y que se enseñan en todas las universidades y escuelas de negocios.

La cuestión es saber si esta formación es suficiente para afrontar los retos y las exigencias del mundo de hoy, y si es posible mejorarla.

La Dojo Líder School es una escuela a la que tienes acceso desde tu casa para que puedas beneficiarte de manera individual de los conocimientos que te ofrece sobre estrategias, actitudes, principios y valores inspirados en las artes marciales japonesas y el Zen, que se han revelado de gran utilidad para dirigentes y líderes de alto nivel.

Estos seminarios, que imparten los «secretos guerreros», ya han sido organizados en las empresas más conocidas y punteras del mundo con gran éxito y aceptación por parte de los asistentes a los mismos. ¿Por qué no conocer aquello que realmente puede marcar la diferencia entre un líder «clásico» y un «líder samurái»?

El líder samurái

«Los líderes de mañana serán samuráis,
monjes soldado y jardineros».

Christian Gatard1

La formación que imparte la Dojo Líder School está inspirada en el mundo del Budo, o conjunto de artes marciales japonesas que según la Historia practicaban los legendarios samuráis.

El líder del siglo XXI encontrará en estas enseñanzas unos recursos personales de gran utilidad para afrontar y superar los retos propios de su misión.

En el Japón actual, el samurái se ha transformado en un «salariman» dispuesto a dar lo mejor de sí mismo con el fin de alcanzar los máximos resultados en la empresa para la que trabaja. ¿No deberíamos hacer lo mismo en nuestro ámbito?

Hoy las situaciones de complejidad y riesgo, de éxito o fracaso, se materializan en escenarios cotidianos como son la fábrica, el taller, la oficina, el mercado, el colegio, la familia o la política, siempre por confrontación de intereses, privilegios, deslealtades, abusos...

Jocho Yamamoto (1659-1719), autor del Hagakure, escribía: «Un verdadero samurái consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Por eso el entrenamiento es un proceso sin fin».

En los capítulos siguientes se expondrán las más valiosas enseñanzas del Budo, que con toda seguridad potenciarán la personalidad del líder del siglo XXI.


1 Fundador de Gatard et Associes, del Instituto de Estudios Internacionales de Mercado y de un gabinete de prospectiva.

La dojo líder school

La palabra japonesa «dojo» es el nombre que recibe la sala o aula de entrenamiento y formación de los practicantes de artes marciales (Judo, Karate, Aikido, etc.), a fin de ejercitar y mejorar:

El lugar físico, ya sea un despacho, una oficina, un taller, un departamento, una consulta o un aula en el que se desarrollan las tareas laborales, bien por cuenta propia o ajena, puede considerarse el «dojo» del líder.

Es innegable que muchas personas tienen una visión negativa de su centro de trabajo, posiblemente justificada por el trato que allí reciben o las tareas más o menos difíciles que han de realizar en ese espacio.

Sin embargo, para el líder, su puesto de trabajo es el dojo o espacio privilegiado en el que ha de poner todos sus recursos personales al servicio de los objetivos que le han señalado y de las personas con las que se relaciona, y en consecuencia debe considerarlo como:

Qué son las actitudes

«El pájaro no canta porque está alegre,
está alegre porque canta».

William James2

La palabra «actitud» proviene del latín «actitudo», que significa ponerse firme, estar firme (en relación a la postura del cuerpo), y del griego «estasis», que significa posición, estabilidad.

La actitud es la disposición psicofísica, o el ánimo con el que nos disponemos a vivir una determinada situación, y puede ser positiva o negativa.

La actitud es una forma de responder o comportarse, aprendida o elegida a voluntad, y que suele hacerse permanente hasta el punto de que en algunas personas puede intuirse o predecirse su conducta ante un hecho concreto.

Toda actitud se compone de tres factores determinantes: el cognitivo (creencias y conocimientos), el afectivo (sentimientos y emociones) y el conductual (experiencias en comportamientos anteriores).

Esto quiere decir que todos podemos elegir la actitud con la que vivir cada situación porque ella determinará nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos.

En cada momento de la vida cotidiana conviene tomar conciencia de la actitud que adoptamos frente a lo que nos está ocurriendo.

«Si piensas que estás vencido, lo estás», decía el escritor Rudyard Kipling.

«Si piensas que no te atreves no te atreverás», afirmaba el doctor Christian Barnard.

«Tanto si piensas que puedes, como que no puedes, estás en lo cierto», es una cita de Henry Ford (1863-1947), fundador de la compañía Ford Motor Company y padre de las cadenas de producción modernas.

La consecuencia lógica de cuanto se ha expuesto nos indica que cada persona es responsable de sus propias actitudes y también la única que puede cambiarlas.

Debemos saber que frente a cualquier acontecimiento es posible asumir el control absoluto de nuestras actitudes si nos lo proponemos.

La actitud que adoptemos en cada circunstancia nos da ventaja sobre los demás, o nos deja en desventaja, y esa disposición es la que determinará el éxito o el fracaso de lo que hagamos con ella.

El método dojo-líder contempla el estudio y la asimilación de aquellas actitudes que forjaron a los guerreros samuráis, que siguen siendo de gran utilidad en el ámbito empresarial del siglo XXI, y que iremos abordando de manera gradual y coherente en este libro.


2 (1842-1910) Profesor de Psicología en la Universidad de Harvard.