Si tienesun papá mago...

Gabriela Keselman

Ilustraciones de Leire Martín

Para Paloma, porque es una mamá maga.

Había una vez un niño que cada mañana dejaba un sueño a medias.

Primero saltaba sobre la cama, y luego, fuera de la cama.

Se vestía tan deprisa que se equivocaba al ponerse un calcetín.

A punto estaba de lavarse las manos...,pero decidía que la izquierda no estaba sucia.

Luego, salía patinando por el pasillo.

En fin, Chiqui hacía, ni más ni menos,lo de todos los días.

Y es que,cuando papá esperaba en la puerta,no había que retrasarse.

Sobre todo,si se trataba de un papá mago. Como el suyo.

Era un mago muy especial que siempre le despedía con un regalo maravilloso.

Le daba unas palabras. Pero no unas palabras de esas del Eran mágicas.